Súplica vanidosa.
Llegué a casa, comí algo (después de muchas horas de inanición) y me tumbé en la cama. Me deshice de mi ropa para vestir así mi cuerpo con prendas más ligeras. Tomé una toalla para no manchar las sábanas. Me refugié en una esquina y... Y ya está. Volví a sentirme cual reina de la tragedia. Pero eso ya no importa. Porque cuento con tu ausencia.
Pagaría, odiando el capitalismo, lo que fuera con tal de escuchar la más barata de las excusas. La más necia de las explicaciones. La mas nefasta de las justificaciones. La más absurda de las disculpas. No interesa realmente cuánto o cómo. Sólo sé que lo haría. Porque añoro demasiado tus ojos color caramelo.
Putrefacción incesante. Al final conseguirás que odie tanto a la primavera como a tu repentina alergia. Me encantaría que sepas que aún quiero ser médico. Mas los conflictos, es decir, el remedio no lo puede crear sólo uno de los implicados.
Tal vez peque de mentirosa, pero he de exponer mi más razonable obra de arte. Es lógico que surja la alergia ante los cambios (de estación y demás). Lo que no es lógico es que la susodicha se prolongue tanto, y que cause tantos daños colaterales.
En fin, seguiré así. Intentando ponértelo fácil. Porque, ante todo, sé una cosa, y es que no he dejado de apreciarte ni un sólo momento.
Ojalá esta primavera transcurra concisamente.
Pagaría, odiando el capitalismo, lo que fuera con tal de escuchar la más barata de las excusas. La más necia de las explicaciones. La mas nefasta de las justificaciones. La más absurda de las disculpas. No interesa realmente cuánto o cómo. Sólo sé que lo haría. Porque añoro demasiado tus ojos color caramelo.
Putrefacción incesante. Al final conseguirás que odie tanto a la primavera como a tu repentina alergia. Me encantaría que sepas que aún quiero ser médico. Mas los conflictos, es decir, el remedio no lo puede crear sólo uno de los implicados.
Tal vez peque de mentirosa, pero he de exponer mi más razonable obra de arte. Es lógico que surja la alergia ante los cambios (de estación y demás). Lo que no es lógico es que la susodicha se prolongue tanto, y que cause tantos daños colaterales.
En fin, seguiré así. Intentando ponértelo fácil. Porque, ante todo, sé una cosa, y es que no he dejado de apreciarte ni un sólo momento.
Ojalá esta primavera transcurra concisamente.
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