Quisiera encontrar un título. Un buen título.
[...] es por eso que prometo no volver a poner un punto y final.
Porque he de ser sincera. He de mirarme al espejo y darme cuenta de una maldita vez que no poseo más que imaginación, lápiz y papel. Sólo un numerador demasiado pequeño sobre ese enorme denominador. Nada más que una fracción. Nada más que números. O letras. ¿Quién sabe? Ni yo. Estoy bloqueada incluso aquí. Donde, se supone, debería poder disfrutar de mi libre albedrío. ¿Se puede ser libre sin ser? No soy nadie que posea el derecho de decir final. No tengo ese ¿poder?, esa ¿magnitud?
Cansada estoy. Y da igual que me tome las vitaminas de los suspiros de alegría. Porque está permanentemente pintada en mi cara esta falsa sonrisa. Y no vienen a mi mente ideas acerca de cómo convertirla en algo real.
¿Puede el pintor darle movimiento a su cuadro? Claro que sí. Entonces yo debería poder...
Otra vez lo he hecho. "Finalizarlo."
¿Quién o qué dice que debería poder? No hay leyes, ni físicas ni políticas que me impongan ser capaz de ello. No hay ninguna ley. Ya que, ¿qué es la ley? ¿Qué es la justicia? ¿Quién te concedió el poder de imponer?
Y así es como volví a hablar sola.
Porque he de ser sincera. He de mirarme al espejo y darme cuenta de una maldita vez que no poseo más que imaginación, lápiz y papel. Sólo un numerador demasiado pequeño sobre ese enorme denominador. Nada más que una fracción. Nada más que números. O letras. ¿Quién sabe? Ni yo. Estoy bloqueada incluso aquí. Donde, se supone, debería poder disfrutar de mi libre albedrío. ¿Se puede ser libre sin ser? No soy nadie que posea el derecho de decir final. No tengo ese ¿poder?, esa ¿magnitud?
Cansada estoy. Y da igual que me tome las vitaminas de los suspiros de alegría. Porque está permanentemente pintada en mi cara esta falsa sonrisa. Y no vienen a mi mente ideas acerca de cómo convertirla en algo real.
¿Puede el pintor darle movimiento a su cuadro? Claro que sí. Entonces yo debería poder...
Otra vez lo he hecho. "Finalizarlo."
¿Quién o qué dice que debería poder? No hay leyes, ni físicas ni políticas que me impongan ser capaz de ello. No hay ninguna ley. Ya que, ¿qué es la ley? ¿Qué es la justicia? ¿Quién te concedió el poder de imponer?
Y así es como volví a hablar sola.
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