Entradas

Mostrando entradas de julio, 2011

Hablé con una sirena.

Imagen
—Al fin me decidí, quiero ser traductora del alma. —Amm, ¿una rama de la psicología? —No, no. Traductora del alma. —¿Y esa es una carrera? —Claro, la carrera de la vida. —Vale  —afirma con los ojos desorbitados —. Y, ¿en qué consiste? —Pues  así básicamente trata de utilizar como instrumento la empatía. —¿Con el fin de...? —Ayudar. —Sabes que soy bastante misántropa por momentos. —Ja ja ja no pretenderás que practique la empatía con animales. —Buah  —mueca de asco. —¿Cón las deidades? —Soy escéptica. —Y yo. ¿Entonces? —Hagamos un trato, ¿quieres? —De acuerdo  —impaciente. —Solo podrás contarme cómo te en el trabajo en mis días filantrópicos. —Ay, amiga, si no te quisiera tanto... —¿Eso es un sí? —Sí. —Genial  —me abraza —. Buena suerte con tu nueva meta. —Gracias, sire nena.

Where's the peace?

Imagen
Su piel calentita huele a jabón con extracto de jazmín. La guitarra azul reposa (¿qué iba a hacer sino?) a sus pies. Dulce meta de uñas naranjas tras la autopista de sus piernas suaves y tersas. Y en la parada de su cintura (Estopa) me tomo un Martini en el bar de sus huesos. Hago una mini-maratón hasta llegar a las colinas. La princesita de ojos de plata está finalmente en casa. ¡Qué fortuna! *Nota mental: no debería alegrarme tan rapidamente. Esta joven muchachita ama ir y venir non-stop. Aun así la amo.

Amy, amor, luto eterno cubre mi corazón.

Imagen
Abrió sus hermosos ojos de esmeraldas un 14 de septiembre y los cerró un 23 de julio. Amada, viviste cual fuego artificial. Subiste rápidamente al cielo, brillaste eclipsando a las estrellas y ahora te has apagado, provocando en mí el más trágico de los llantos. No te conocí (dios mío, ¿por qué tengo que sufrir este infortunio?), pero tus letras me hacen creer que sí. Te amo. Una estrella estrellada. En mi cielo artístico eres, por desgracia, una más. No sé ya a quién voy a amar. Nunca te tuve en mis brazos, no he sentido tu perfume, no hemos charlado. Nada, nada. Pero echo de menos tu calor, tu olor y tu bella voz. ¿Dónde podré parapetarme ahora? Me tendré que resignar a Frank y Back to Black. Pero nada ni nadie reemplazará tu ausencia. Ante las llamativas faltas es lo que se dice: brilla por su ausencia. Mas quienes brillan son mis ojos. El mayor de los stocks de lágrimas. Necesito que esto sea pesadilla. Pero sigue siendo sueño y así aprendo (¡vaya maldita dinámica de aprendizaje!)...

Supongo que pudimos tenerlo todo.

Soy una pésima poeta que ha recortado en tres mil trocitos su poema, he untado tus labios de miel y con vagos movimientos pongo en tu boca las palabras que quise escuchar algún día del pasado en que me tumbo con regularidad, aunque Harold MacMillan  me lo prohibió. Cielo, ¿pretendes seguir apareciendo en mis sueños durante mucho más? Porque creo recordar que te desterré de mi cabecita masoquista y enamoradiza. ¿A quién pretendo engañar? Pero si soy yo quien te llama a gritos, buscándote en este laberinto de sintagmas sin sentido. Querido, ¿te fue bien en la vida? ¿Encontraste la horma de tu zapato? ¿O acaso no existe pie tan grande? Jamás amé a persona tan humilde y soberbia a la vez. Más bien jamás amé. ¿Alguna vez te has encontrado en la situación de desear fervientemente que alguien saliera de la misma sala en que estabas y, al marcharse, necesitar imperiosamente que volviera? Respirar el mismo aire. Amor mío, sé que esta es una carta que, no solo no recibirás, sino que refl...

I was.

Imagen
I was so fucking happy under the lemon tree becoming a lemon girl...

Balada de la Barbie triste.

Soy una Barbie triste. Y ahora mismo me voy a dar el lujo de llorar. Sé que no cumplo los requisitos: n i soy rubia, ni blanca, ni anoréxica, ni tengo los ojos azules, pero s oy una Barbie. Me duele la cabeza demasiado,  está nublado sin motivos,  se supone que es verano. No puedo ni respirar, está oscuro y una brisa de viento gélido entra por el pequeño resquicio de la ventana. No sé si tapada o destapada, mas necesito dormir y estoy congelada mientras mi corazón hierve. Me enamoré. El amor no existe. Pero me enamoré. Y me he despertado dos días seguidos con la almohada bañada en saliva, babeo por él, babeo por ella. Tristeza pasajera. Lloro tan desconsolada que ni un beso suyo bastará para sanarme. Creí que estaría más llena, pero siento que he fracasado aunque el verano aun no ha acabado.

Roxanne.

Imagen
Una bolsa de basura bien llena en la mano izquierda y en la derecha un cigarro recién encendido de tabaco barato. Da enormes bocanadas, inundando sus pulmones de humo grisáceo. Intoxica su cuerpecito contaminado. Con rapidez mueve sus piernas embutidas en unos leggins azul eléctrico que estuvieron de moda el año pasado,se dirige al islote de contenedores, arroja sin miramientos la bolsa negra y cruza el túnel rápidamente. Poco le importan los coches. Con la mano izquierda se sacude breve y levemente el pelo corto, peinado que, con un mejor tinte, habría causado sensación en los 60, HOY NO. Hoy solo parece una cuarentona menopáusica que pretende huir de los sofocantes calores. Mira atrás un par de veces y se adentra en una especie de bosquecillo, tira el cigarro sin siquiera apagarlo y se mete la mano en la entrepierna. Trece minutos más tarde se levanta a duras penas del césped amarillento, largo y meado por gatos solitarios. Su faldita vaquera ha adquirido un aire desaliñado. Se pone...

Alejandría.

Érase una vez una niña que soñaba con crear. No deseaba ser ni Dios ni arquitecto, simplemente quería crear. Y así tomó lápiz y papel y, dado que poseía una fábrica de inspiración, en poco tiempo fundó su paraíso: Alejandría . Contando con la suerte del principiante, al redundante principio fue todo genial. Una época maravillosa. Pero llegó la sequía y ella renunció a la alcaldía. Soy optimista pues renuncié al vino, pero conservo la copa. Igualmente seguía pasándose por su reino de vez en cuando. hasta que un día se quedó a pasar la noche. Pero la imagen de su pueblo parcialmente destruido la obligó a abandonar el lugar. Soy optimista pues renuncié al vino, pero conservo la copa. Aún así volvió a su hogar a pasar efímeras noches, volviendo a casa con los primeros rayos del astro rey. Una y otra vez. Los períodos de tiempo entre regreso y regreso fueron empequeñeciendo. terminó instalándose en su hogar verdadero. Donde hubo fuego, cenizas quedan. Es la reina, claro está, nunca ...

Silas.

Ojalá no fuera castaño. El muchacho de blanco y negro. Cual película antigua. Sangre compuesta por apatía. Engulle lo que sea que es contrario a la energía. Está apagado. Modo ahorro. Monotonía. Desde principios de otoño, no es casualidad, está fuera de combate. Yo lo notaba, yo lo sabía. Le observé minuciosamente divertirse a su manera. Tocaba, miraba, bajaba y subía, reía, escribía,  releía, estudiaba, hablaba, cortaba, exhibía, rechazaba, discutía siempre con esa sonrisa torcida. Quise comprobar si el sol le recargaría así que le tumbé en el pavimento. Siguió igual de soso y empanao como siempre. Personaje plano de esta historieta de hechos llanos, carente de acción. Ni en su ropa ni en su casa, ni en este cuento ni en su alma se puede hallar color. Todo está impregnado del más oscuro de los negros. No importa cuan profundo te sumerjas, está conectado en estado ausente. É l vive muerto. 

Heart shaped box.

Imagen
exhausta. enfadada. dispuesta a reclamar. agotada. disgustada. decepcionada Y mil adjetivos de este calibre que decoran las paredes de esta caja con forma de corazón en que me encierro en ocasiones. Hey wait, I've got a new complaint! Vivan las hojas de reclamaciones. Construí una cajita con forma de corazón en que encerrarme cada vez que tuviera un berrinche con el mundo. Sí, así es como, probablemente lo definiría aquel ente multidimensional. ¿Qué por qué la construí? Porque, a mi entender, el mundo tiene muchas tareas pendientes. Desde que tengo consciencia me he quejado. Soy perfeccionista. Soy utópica. Me enamoré de los Falansterios y tengo pendiente leerme 1984. Me gusta que las cosas se hagan bien, me gusta que se hagan a mi manera. ¿Soberbia? Puede ser. Necesito algo de orden entre tanto lío, ruido, quilombo, barullo... Persigo adjetivos, hoy en día, poco vistos. Me despojo de mi ropa para disfrazarme de Cazatesoros. Y es que soy muy exigente. tengo claro lo que quie...