Where's the peace?

Su piel calentita huele a jabón con extracto de jazmín. La guitarra azul reposa (¿qué iba a hacer sino?) a sus pies. Dulce meta de uñas naranjas tras la autopista de sus piernas suaves y tersas. Y en la parada de su cintura (Estopa) me tomo un Martini en el bar de sus huesos. Hago una mini-maratón hasta llegar a las colinas. La princesita de ojos de plata está finalmente en casa. ¡Qué fortuna!


*Nota mental: no debería alegrarme tan rapidamente. Esta joven muchachita ama ir y venir non-stop. Aun así la amo.





Comentarios