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Mostrando entradas de junio, 2011

Luza. Ilusa.

Tengo que... He de admitirlo... Necesito decirlo... Si ahora mismo mi cuerpo reposa sobre el sillón de esta nave espacial azul eléctrico, es porque estoy cansada de mis hermanos. Un mundo hipócrita que lo único que recuerda de la Revolución francesa son tres palabritas que carecen de valor aunque sean consideradas como tales. No hay igualdad, pasamos del machismo al feminismo. Una enorme y horrenda pelota de acero que vacilante se desplaza de un extremo al otro sin perder tiempo. Dos o tres pirados gritan “revolución” y el mundo se da la vuelta. Quedando patas arriba y yo quedo, anclada en otra circunstancia, del revés. Parece que están contentas. Ellas, con sus zapatitos nuevos, sus vestiditos recién planchados, sus noviecillos efímeros junto a los cuales mancillan un poco más el sexo. Ellas, firmes poseedoras de fraccionarias partes de este mundo materialista que tan fieramente me ha cautivado. Hay un pelín de distensión en el ambiente y ya están cantando y bailando. Sus vidas son s...

Secrets.

Soy yo. No hacen falta preguntas, ya comprendí que no me comprendes, así que, sin ánimo de lucro, aquí dejo las respuestas, date por aludido. Me enamoré. Y no me dí cuenta asta un tiempo después. Qué se le va a hacer... Y no lo negaré nunca más. O al menos intento no hacerlo. ¡A lo hecho pecho! Era mi... Mejor no. Estábamos sentadas en el poyete del descampado junto al insti, recuerdo margaritas, mi balón de baloncesto (firmado por amigos) se me resbalaba de los pies. Cayó por la cuesta y los niños se apropiaron de él. Aquella tarde en el centro comercial entré al baño de tios, compré condones, fuimos al baño de tías, abrimos los condones y los chupamos. No sabían a los supuestos plátanos y fresas... ¡Qué fiasco! Dinero mal gastano. Ahí me quedó bastante claro que jamás nunca haría una felación con condón. En mi casa. Yo loquita, creyéndome enamorada. Una cantando. Otra intentando calmarme. Y aquella grabando. ¡Qué locura! Salgo en YouTube diciendo ser zoofílica y lesbiana. Mentir...

To you, Mister T.

Si la vida fuese un juego de cartas, a mí me habría costado más de lo estipulado acostumbrarme a ella, no se me dan bien los juegos de cartas al principio. Si me hubiese costado pillarle el truco, me habrían llamado retrasada o, hablando en plata, tarada. Si me hubiesen llamado tarada, habría llegado a esta edad sola, carente de auto-estima y pesimista. Si hubiese cumplido los 16 en tal estado, al contemplar mi reflejo en uno de esos espejos que conectan con el mundo paralelo, me habría encontrado curiosamente a mi yo en los momentos en que me encierro en la caja con forma de corazón [heart shaped box]  (algún día explicaré en qué consiste). Pero claro, como soy una escritorcilla y, probablemente, mi mayor talento sea imaginar, puedo ver sin obstáculos ni barreras el susodicho reflejo y he de decir que, en ocasiones, mi  vida parece un juego de cartas. Y como detesto mirar hacia abajo (en las situaciones he heart shaped box) y verme tan tranquilamente posada en ese mundo para...

I've been afraid.

Una estrella estrellada. Estaba persiguiendo coches alrededor de su cabeza. Debimos esperar lo inesperado. No quiero volver a tener una mejor amiga. He perdido nueve de esas, con lo cual puedo afirmar que no es algo agradable. Soy abierta, pregunto sin vergüenza: ¿te tumbarías conmigo? Ahora sé que prefiero tumbarme sola. No quiero volver a preguntarlo. Tumbarse en la carretera, en las vías del tren, en una montaña esperando una nube, en un mesa, entre las flores... Tumbadas donde sea yo y mi soledad. He cerrado la oficina superlativa del departamento de la amistad. Me he descalzado, signo de que me voy a quedar. Aquí. ¿Dónde me equivoqué? Quizá siendo yo misma. Peculiar, excéntrica, distinta. Mi madre dice que soy difícil. Mi mayor hobbie es analizar. Y escribo usando vocablos que ni el más ilustre escritor conoce. Me gusta llamar la atención, hago locuras buscando provocar. ¿Dónde me equivoqué? Solía llorar, llorar, llorar. Hay circunstancias que me anulan y/o condicionan. Eso pue...

Buscaré el optimismo.

Twitteo a las 11.42 un suceso de las 7.17 de este mismo día. Me desperté a tal mágica hora cuando el Sol nacía para mí, inundando mi cuarto. Cerré los ojos a tal verdad, pues hay verdades que ciegan. El 25J me propuse inaugurar una nueva era, un error ya que no pensé previamente cómo asentaría las bases de ésta. Hoy me propongo buscar el optimismo. (Amo quejarme) Lo buscaré en cada recoveco. No sé si escucharé a Marley en mi misión, pero no seré tan orgullosa de no escuchar a nadie. Anoche terminé "El alquimista" una de las peores cargas que me he echado a la espalda. Ha sido eterno. No veía la hora de llegar al fin. Me quedo con un par de frases de Coelho y con lo más importante: ¿LEYENDA PERSONAL? Já. Esta me la guardo, hay demasiado que decir sobre ella. Three little birds, pitch by my doorstep. Singing sweet songs of melodies pure and true. Saying: this is my message to you uh uh... Y cada vez que se me olvide poner una sonrisita y tomármelo de la mejor manera, pensa...

Ñó!

A mí lo que me indigna es que 5 individuos se asienten en una plaza pública con "to el tinglao montao" a fumarse un cigarrillo, cuando no otra cosita, y a charlar de la vida misma. Como si fuera tan simple, como si no hubiese nada mejor que hacer. Me indigna la enorme carencia de sentido común, la estupidez, la necedad, la imperfección. Cuanto más conozco a mis semejantes, más quiero al perro que no tengo. Es que me indignan. A estas alturas, me auto-indigno yo misma. Me indigna la fealdad, la torpeza, la desproporción, la deshonestidad, la inmoralidad, el hacer las cosas por hacerlas sin importar si bien o mal. Me indigna la existencia de algunas vidas. Pero quién soy yo para juzgar el trabajo de alguien. Quién soy yo para borrar. Quién soy yo para condenar. Me indignan la injusticia, la deslealtad, la infidelidad. Me indignan tantas cosas que, en ocasiones, mi vida se basa en criticar. Amo quejarme.

Soy hidrófila.

Hoy he comprendido mi precoz obsesión por el agua. Es mi gemela separada al nacer. Somos como (¡vivan las metáforas!) dos gotas de H2O. Mi cuerpo inquieto es controlado por mi alma insegura. Ante las adversidades soy nerviosa como nadie, no se me puede parar. Mis eternos impulsos son ocasionados por vida que me conmociona, me perturba, me alegra, me tortura. Cuando conocí el mar reconozco que me asustaba, pero pronto empecé a desear ser sirena y tener branquias y vivir en el fondo del océano y conocer a un tal Eric... Un plan difícilmente factible, tuve que permanecer, hasta el día de hoy, en la superficie. ¡Bellos dobles sentidos!  Probablemente ahora se ve mucho más clara la relación entre mi sueño y mi adicción. A los adolescentes les gusta beber otras cosas, pero yo sigo prefiriendo un vaso de agua. En verano nadie me quita de ir a la playa. Mi mobiliario favorito en una casa es la ducha, y no sólo por pulcra. La lluvia me entristece, pero es muy agradable de observar. Soy...

Amor.

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El calor me abrasa lentamente. Mis ojos frágiles débilmente soportan la luz a través de las gafas de sol. Mis pies fatigados yacen fijos en el suelo. Y aparecen como de la nada, dos violinistas tocando un bello tango. Por primera vez en mi vida deseo escribirme en la frente ARGENTINA. Y olvidar todos los males, y dejarme llevar por esa música tan bella y tan llena de sentimiento. Y un millón de recuerdos se acumulan en mi mente. tengo ganas de salir corriendo, rechazo volver llorar en público alguna vez. Juro que son los violines más hermosos (y se me queda enano el adjetivo) que he oído en mi vida. Otra vez ese meloso estribillo. Por fortuna llevo los anteojos, si mis púpilas se nublan nadie lo notará. Dios mío, en estos momentos hasta te puedo ver reflejado en esas increíbles notas. Jamás pensé que alguien podría ponerle tanto sentimiento a un par de cuerdas y un palito de madera. Jamás. Ignorante de mí, tampoco pensé que algún día volvería a sentirme de esa manera. El sol me que...

Tengo una paja mental que ya no sé de qué va.

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Hoy quiero destapar un baúl de los recuerdos. Tengo un CD repleto de fotos y de conversaciones del msn. Ella era distinta. Ella, porque no puedo hablar en primera persona, ya pasado mucho tiempo. Han pasado ya dos años. Se levantaba a las 6.30am para maquillarse los ojos con el eye-liner, a lo Amy Winehouse, así le daba tiempo a secarse y no mancharse los párpados. Vaqueros rasgados y pegados. Tirantes siempre, aunque fuera invierno, su terquedad la llevaba a esto. No se enfermó jamás en aquellos meses. Su corazón alegre bombeaba suficiente sangre caliente para entibiar sus mejillas rosadas. Se amistó (regla de tres ya que existe el verbo "enemistar") de ellas en septiembre. Hizo unos cutres graffitis poco después. Se enamoró en noviembre por primera vez. Él la amaba. Era recíproco. Conversaciones en el msn que ahora leo y que me hacen ruborizarme y anhelar exageradamente aquellos días. Dio el primer beso en octubre. Besos golosos que alejaban a to...

9J Continuaría.

Estoy indignada. Cansada de la raza humana. De sus idas y venidas. De sus mil y un vueltas por la vida. Van dos noches seguidas en que lloro. Porque estoy realmente exhausta. Porque nada parece salir bien. Porque me siento infeliz. Porque una fuerte bacteria se apodera de mi alma. Me siento extremadamente misántropa. Y me asusta un poco sentirme bien estando tan enferma. Me fatiga la inepcia, la inercia. La estupidez. Estoy harta de la gente necia. Y no sé qué voy a hacer. Quisiera estudiar ingeniería aeronáutica, construirme un cohete y volar lejos, muy lejos del Sistema solar. Soy humana, me educaron para encontrar mi felicidad, para luchas, para ser yo misma. Personillas carentes de personalidad. Hay tanta, tantísima falsedad. Una vez lejos, muy lejos, quiero sentarme y pensar. Hay mucho sobre lo que debo reflexionar. Lo cierto que siempre hay. Prevalece la existencia. Hay, hay, hay. Así me quejo. Ay, ay, ay. Así se evalúa la cantidad de realidad. Y es que Descartes dijo que todo sa...

9J

Se amó un ratito y se quedo dormida con la manita en estancia prohibida.

Veintinueve de noviembre.

La meteorología me tiene bastante despistada. Llevaban las nubes varios días llorando y hoy amanecí yo iluminada por los rayos del bello rey astro. Anarquía. Descontrol en lo que hay en estos momentos en mi cabecita cabezota. Y el progreso del día no ha ayudado a la restauración del gobierno. 9. Nueve notificaciones. Quizá sí estuve enamorada... No lo sé. Quiero pensar que sí. Porque amo tantos las fotografías en blanco y negro de aquel amor viejo... Increoyable! Lo mucho, muchísimo que me marcan las personas. Y lo fácil que es cambiar. Así, porque sí. Resquicios suyos. I wanna be yours!

Incrédula obsesión por las cajas.

Si alguien conociera la historia entera y tuviera un sentido del humor “histórico”, me llamaría “romana”. Aunque ciertamente dudo si ese apodo surgiría de que soy como el antiguo Imperio Romano y me han derrocado, o soy quien lo ha derrocado. La cuestión es que soy poco más que escombros. Ceniza y trozos de piedra que mis superiores se han encargado de meter en una cajita con tal de que yo no pueda ser reconstruida. Al menos temporalmente. Pregunta: ¿de dónde nace mi obsesión por las cajas? Quizá de mi pesimismo. Tal vez de su contagio.  Puede ser que de la Biblia. (Ignoro por qué cité a la Biblia mientras escribía en papel, una divagación más). Hay posibilidad de que no haya nacimiento. Hay preguntas sin aparente solución. Yo intento amoldarme, a veces siendo irracional, otras no, pero es la intención la que cuenta. O eso me enseñaron. He intentado cada noche ponerme en contacto con lo divino, dejando de lado la razón y rezando a lo irreal. Me he encontrado con que o no existe ...

Si es cuestión de ojillos, pues toma ojazos.

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Hasta la más leve de las brisas, en este presunto verano anticipado, es capaz de perturbar la uniformidad de sus infinitamente largas pestañas. Sus ojillos entrecerrados iluminan más que el sol. Una envidia de niña, reluciente cual flor. Le preocupaba su belleza, cuando irradiaba esplendor. Intenté animarla, pero se encerraba en su propio rencor. Se le metió entre ceja y ceja construir. Quería ser una pequeña arquitecta. Así que tomó papel y se dejó influir por la inspiración innata, es decir, estaba a punto de fracasar. Una tormenta de ideas sacudió estruendosamente su cabeza. Tuvo que hacer una elección, planificó hacer una estrellita como esa anaranjada que me regaló una preciosa personita a la que quiero tela, telita. Empezó y falló. Ídem. Ídem de ídem. Otra vez igual. Así la niña de ojos claros lo intentaba. Con sus deditos de princesa, con sus soplidos de lobo feroz, pero la estrellita de papel no cobraba vida. Un resoplido de apatía, renunció a la creación de su univer...