Tengo una paja mental que ya no sé de qué va.


Hoy quiero destapar un baúl de los recuerdos. Tengo un CD repleto de fotos y de conversaciones del msn. Ella era distinta. Ella, porque no puedo hablar en primera persona, ya pasado mucho tiempo. Han pasado ya dos años.
Se levantaba a las 6.30am para maquillarse los ojos con el eye-liner, a lo Amy Winehouse, así le daba tiempo a secarse y no mancharse los párpados. Vaqueros rasgados y pegados. Tirantes siempre, aunque fuera invierno, su terquedad la llevaba a esto. No se enfermó jamás en aquellos meses. Su corazón alegre bombeaba suficiente sangre caliente para entibiar sus mejillas rosadas. Se amistó (regla de tres ya que existe el verbo "enemistar") de ellas en septiembre. Hizo unos cutres graffitis poco después. Se enamoró en noviembre por primera vez. Él la amaba. Era recíproco. Conversaciones en el msn que ahora leo y que me hacen ruborizarme y anhelar exageradamente aquellos días. Dio el primer beso en octubre. Besos golosos que alejaban a toda persona. Soñó, pecadora. Sufrió cuando, repentinamente, se acabó. Fumó. Celebró un bonito año nuevo con ellas y el chaval del circo. Patinó como una loca. Hicieron vídeos realmente vergonzosos, dejando en YouTube sellada su loca amistad. Se enamoró en marzo por segunda vez. Hizo la promesa más importante de su vida "never be sorry bout what you did". Hizo novillos a finales de la primavera. Se equivocó. Robó.
Si releo estas líneas tendré que aceptar, con amargura, que todas las 3as personas me corresponden a mí. Y, la verdad, no me reconozco. Sé cómo fui, pero no tengo la más mínima idea de quién fui. Ha quedado todo tan atrás. Son dos años, ¡joder! ¿¡Cómo pudimos cagarla de aquella manera!? No quiero querer y no quiero echar de menos a nadie. Sencillamente me niego. Pero ir en contra de mí misma es un antídoto que probé hace no tanto y comprobé que no funciona.
Es lo que tengo, es lo que hay, tengo una paja mental que ya no sé de qué va.

Sólo puedo resignarme a mirar de vez en cuando las fotos y leer aquellas conversaciones. Jamás nunca recuperaré nada de aquello y, sinceramente, tampoco quiero. No por nada les echo de menos.

Comentarios