Ni se te ocurra decir "¡qué bonito!"
Vendo mis ideas. He montado un lupanar en que puede usted contratar vocabulario del más variado. Y subasto todo lo que firmé aquellos días en que tener el don de la escritura me enorgullecía.
¿Crisis de carácter monetario? Nah. Esta es mi manera de resignarme. De decir "hasta aquí llegué". Se ha marchado. Ella. Mi jodida inspiración. Y yo estoy tan cansada de que en mis ojos se agolpen las lágrimas y sentirme tan miserable, fracasada. Adiós bellísimas palabras. Sé que os necesito. Y que no me hace ni puta gracia ponerle punto y final a esta bazofia. Pero es que tengo tanto miedo, soy tan endeble que necesito hacerlo, poner un fin eterno. (O, lo menos, indefinido). Arriesgaría tanto si tras esta despedida intentase regresar a este mundo fabuloso. Ajá, fabuloso cual fábula. Porque lo único que conseguí con esa libreta y este blog fue crear una realidad intangible. ¿Inexistente? No, intocable.
Me confundí entre los lisonjeros comentarios y las opiniones sobre mi aparente pesimismo. Me sentí en el punto de mira tras mis polémicos tópicos. Me desahogué; di las gracias y pedí perdón.
Pero ya está. Me equivoqué creyendo ser una pequeña filósofa. Detesto el número cinco. Ha sido la maldita gota que colmó el vaso.
O, N, P.
Descansa en paz, amor y empatía.
¿Crisis de carácter monetario? Nah. Esta es mi manera de resignarme. De decir "hasta aquí llegué". Se ha marchado. Ella. Mi jodida inspiración. Y yo estoy tan cansada de que en mis ojos se agolpen las lágrimas y sentirme tan miserable, fracasada. Adiós bellísimas palabras. Sé que os necesito. Y que no me hace ni puta gracia ponerle punto y final a esta bazofia. Pero es que tengo tanto miedo, soy tan endeble que necesito hacerlo, poner un fin eterno. (O, lo menos, indefinido). Arriesgaría tanto si tras esta despedida intentase regresar a este mundo fabuloso. Ajá, fabuloso cual fábula. Porque lo único que conseguí con esa libreta y este blog fue crear una realidad intangible. ¿Inexistente? No, intocable.
Me confundí entre los lisonjeros comentarios y las opiniones sobre mi aparente pesimismo. Me sentí en el punto de mira tras mis polémicos tópicos. Me desahogué; di las gracias y pedí perdón.
Pero ya está. Me equivoqué creyendo ser una pequeña filósofa. Detesto el número cinco. Ha sido la maldita gota que colmó el vaso.
O, N, P.
Descansa en paz, amor y empatía.
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