Un duro día de pesca.
Abrazo la almohada, apretándola contra mi cabecita ilusionada y sueño con él. Con su característica difuminación. Su constante emborronamiento.
Ahí estamos, donde nunca hemos estado, pero anhelo que algún día estemos.
Por momentos parece que la red no es suficiente para tantos sentimientos.
Y no sabemos qué hacer.
Ese "Sin esperanza, con convencimiento" de Ángel González se ha dado la vuelta. Esperanza es lo que me sobra. Micciono, salivo, transpiro, lloro, despido esperanza. Por los cuatro costados. Mi corazón bombea fe.
¿Por qué será que "fe" existe sólo como sustantivo?
Me repito.
Porque lo ya dicho se mantiene.
Porque él es la primera causa de mis palabras.
Porque la historia se repite.
Nadie pidió esto, mas por algún motivo será que nos tocó aprender a vivir con este sabor agridulce.
Ahí estamos, donde nunca hemos estado, pero anhelo que algún día estemos.
Por momentos parece que la red no es suficiente para tantos sentimientos.
Y no sabemos qué hacer.
Ese "Sin esperanza, con convencimiento" de Ángel González se ha dado la vuelta. Esperanza es lo que me sobra. Micciono, salivo, transpiro, lloro, despido esperanza. Por los cuatro costados. Mi corazón bombea fe.
¿Por qué será que "fe" existe sólo como sustantivo?
Me repito.
Porque lo ya dicho se mantiene.
Porque él es la primera causa de mis palabras.
Porque la historia se repite.
Nadie pidió esto, mas por algún motivo será que nos tocó aprender a vivir con este sabor agridulce.
Comentarios