Entradas

Mostrando entradas de 2013

Aún.

Aún no sé si la escritura honesta es aquella en que no se tacha ninguna palabra para expresar lo que originalmente quería expresar el cerebro o aquella otra en que sí se tacha para cambiar las palabras elegidas porque la mente humana comete errores y, a veces, decimos lo que no queremos decir.

Hoy.

Hace mucho tiempo que no escribo y dedicar estas líneas a aquellas personas es un triste reflejo de mi personalidad melancólica. Curiosa por el pasado, ansiosa por el futuro, inquieta en este turbulento presente que a veces está muy dormido. Hoy voy a pensar en todas las personas a las que en algún momento quise y, si me mantengo fiel a mis creencias, aún quiero. Analizaré las causas y, con agridulce pesar, admiraré las consecuencias. Estoy eufórica por decir que las quise, en algún momento de mi vida valieron la pena. Disfruto usar el pasado porque realmente valían una mierda. ¿Alguien habrá evaluado el valor de la caca? Seguramente. ¡Vaya mundo! Hoy voy a pensar en las personas a las que aún quiero y en cómo y cuantísimo ha cambiado mi manera de quererlas. Las personas cambiamos y con ello cambian los rasgos que otros aman de nosotras. Dejamos de amar el verde y aprendemos a amar el fucsia. No siempre. Pero cuando ella nos importa lo intentamos duramente. Aunque el verde fuese mara...

Nella doccia.

Siempre preferí llorar en la ducha para facilitar el ocultamiento de mis sollozos y no ser capaz de contabilizar las lágrimas derramadas, fusionadas con las gotas de agua emanando del cabezal de la alcachofa.     Se dice, se cuenta, se rumorea que la primera vez que te rompen el corazón es la peor.  Discrepo. La primera vez duele, pero no tanto como la segunda. La segunda vez no se trata de un corazón a secas, sino de trozos del mismo aglutinados gracias al pegamento de la esperanza que trajo un nuevo amor. La segunda ruptura del corazón involucra esa nueva ilusión romántica marchitándose. Un trance que te arrastra por los pasillos de la negación de la existencia de Cupido y tantas pamplinas mitológicas. Tras la pérdida se niega el amor, en realidad no le amaba, le mentía cuando en la cama le decía que era el amor de mi vida . Cómo nos equivocamos.     Y cómo me equivoco yo escribiendo esto, cuando ni siquiera lo siento. Sólo sé que duelen los amagos de r...

Fumar.

Escrito en algún momento de 2010. Como un cigarro que sabe a ceniza. Intentar hallar, en un vaso de ginebra, tu mirada perdida. Pupilas azules, verdes, grises, marrones, negras… Pero nada como buscar en vano tu reciprocidad sensorial. “Contra spem spero.” Tu sonrisa me envenena con la más odiable ponzoña, la envidia. Sus sátiras no ayudan. Y las palabras de consuelo de un viejo profesor machista tampoco. Cadenas enlazadas tanto a mis pantaloncitos veraniegos como a mis ansias. En estos últimos días he desarrollado complejo de sol. Con el paso del tiempo caigo. No porque se manifiesten razones cuyo propósito sea hundirme, sino porque la soberbia se acaba. Pocos (por no decir ninguno) recursos maquillantes son inagotables. Sensación comparable a ir a un museo: se mira pero no se toca , es decir, se admira pero se ignora . ¿Algún humanista por ahí? Necesito ayuda, un adjetivo que describa a la persona que no se da cuenta de las cosas. Que palabra tan vieja, “cosas”. Mejo...

Comfortably numb.

He cerrado la corriente de agua y me he tumbado en la bañera. El agua apenas llega a cubrir mi cuerpo, lo suficiente para mantenerme templada. En paz. Primero se me duermen las manos, luego las rodillas. Y se me duermen los pies. Se duerme mi cuerpo entero y estoy   cómodamente entumecida . Todo se duerme menos mi cabeza que, como es habitual, piensa demasiado. Pensar demasiado es pensar en lo que no se debería pensar. Pienso y abro los ojos un poquito para ver mi pancita latiendo suavemente. Abstraigo la mente de mi demasiado-pensar para sentir cómo el agua empieza a desaparecer por el desagüe. Cierro los ojos. Y los vuelvo a abrir. Y los vuelvo a cerrar. Y los abro. Y los cierro. Porque estoy entumecida, exceptuando el cerebro. Pienso ahora en Laura y en Miriam y en las muchas ganas que tengo de conocerlas y fumar con ellas y hablar con ellas y fundirnos en un largo y caliente abrazo y volver a fumar hasta estar entumecidas juntas. Me retracto, no pienso, sueño. Sueño demasiado....

À Ginny et Gae.

Mis pequeños amores, Debería estar estudiando o pasando a un documento Word el último capítulo de "El Código 2.0" o completando mis apuntes. Debería. Conociéndome como probablemente lo hacéis, sabréis que detesto ese "should" que tantas veces influye poderosamente en nuestras decisiones. I should be with daddy, but I took that airplane, because I HAD to come back. De ese "had" mejor no hablemos. No hay nada peor que "have to" o "must", no sólo influyen, también te marcan. Ojalá fuésemos más hedonistas. Ojalá el-qué-dirán no nos importase tanto. Pero nos importa. Y por eso cogí ese avión. Como decía, debería estar haciendo otras cosas, pero hace dos o tres días he estado pensando en vosotros, en nosotros. Algún día nos conoceremos muy bien y quizá tras visitar este diminuto espacio que ocupo en la red me preguntaréis por qué dejé de escribir. Yo también me lo pregunto y, aunque las respuestas no colman mis ansias por saber, creo qu...