Una historia de Yensid.
Un cuento de Disney narrado desde algún punto del universo paralelo. Un príncipe que no es tan casto sino maníaco, agonioso, terco, obsesivo compulsivo, egoísta, avaricioso, un tanto pueril, soñador et caetera. Un príncipe que se vuelve princesa. Una historia endemoniada. Prohibida. Censurada. “Robaría todos y cada uno de los imperdibles del mundo para colocarlos, desordenadamente, esparcidos por tu cuerpecito de pálida piel. Mi Blancanieves. Y soñar ser la manzana, tu manzana. Rozada por tus manitas promiscuas y tus uñas mordidas. Luego desaforadamente devorada. Besada por tus labios rojo pasión, destrozada por tus colmillos felinos y tus labios, otra vez promiscuos. Y, tras tragar mis carnes, arrojar las semillas al aire. Y, suavamente, siendo poco más que hueso, acariciar desde las puntas de tus pies hasta tus senos. Más pura que una virgen, una de las Diosney. Mas me es imposible pecar en sueños. Oh, amada mía, ¡qué delicia de pecado! Acto seguido, dispuesta a despertarl...