Equilibradamente bipolar.
Sus enormes pupilas verdes sólo tienen cabida para aquella lata llena de deliciosas y crujientes galletas. Sólo unos pasitos más, estirar el bracito y cogerla. Jo, es que son tan increíblemente irresistibles.
Polly quiere una galleta. Baja a la cocina. Se sirve una. Polly quería una galleta.
“Soy libre” le susurra compasiva a su minina Amy. Le entra sed, sirve un vaso de agua para Amy y llena un recipiente para ella misma. Sube a su cuarto. Busca, rebusca y encuentra. Enciende las velas por las que tanto se desvivía minutos atrás. Ipso facto las apaga. La pirómana con más miedo al fuego numás habida. Vuelve a bajar a la cocina. Amy llega antes, es una gatita muy rápida. O Polly le ha permitido ganar la carrera. “¿Qué comemos?” pregunta indecisa a Amy. Saca una latita de atún de la nevera. La reparte, pero la mitad que le pertenece a ella la deja en el recipiente. Come directamente de ahí. Es tonta, y esto le cuesta un rasguño en el labio inferior. ¡Pobre Polly! Amarra a Amy y la saca a pasear. Sí, atada. Se cubre el rostro con su palestina negra y blanca, no quiere que él la reconozca. Amy se cansa pronto, mira con sus tiernos ojitos de pupilas metálicas a Polly, ésta la toma en brazos y sale corriendo a casa. Comienza a diluviar. Corre, corre y corre. Llega y suelta a Amy en el porche. Se quita la ropa mojada, sacude un poco a su gata. Entra en casa, directa al baño. Ducha calentita. ¡Mieeen!
Cayeron estrepitosamente sobre su espalda las frías gotas del diluvio otoñal. Ahora a Polly le duele. Bastante. Se seca el cuerpo, se seca el pelo. Toma un chocolate calentito y se mete en la cama. Amy, obviamente, reposa a sus pies.
Están muy aburridas. Polly decide bailar.
Nevermind.
Numás mejor dicho. Baila con Polly. Todo da vueltas en su cabeza. Y como todo sale de la nada, termina pensando en nada. Es decir, no piensa. Querida Polly, ¡cuan fácil te resulta perder la cabeza! La nada absoluta la absorbía. Empezó entonces un gran debate en su mente.
—No soy yo. O sí. Quién sabe. ¿A caso importa? Bah… Volar, cortar, volar, sangre, caer, sangre. 1817161816. Necesito ayuda. ¿Ayuda? Sí, Amy, ¡rescátame! Estoy delirando. Te juro que no miento. Volar, cortar, volar, sangre, caer, sangre.15. 6. 3.
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