Aquélla.
Luminiscentes focos me dejaban ciega en una oscura noche otoñal. Observaba a la aristocracia bailar reggaetón tambaleándome sobre mis tacones. Una nebulosa destellante ceñía mi cabeza.
Por favor no me llames. Estoy cansada.
Sentí turbulencias, más bien las vi. Me puse tensa. Me planteé descalzarme y partirles la cabeza. Sonaba una canción horrible: “yo lo tengo grande, tú lo tienes pequeño, hablo de tu piii…” ¿Perdona? 3,141556…? Por un momento las turbulencias empeoraron, el avión parecía estar a punto de estallar. Is everything al right? Un soso “yeah”.
Por favor no me llames. Estoy rayada.
Un curioso batido de diversos sentimientos (qué digo, sabores) me dejó mal parada en la enésima galaxia. Si tenía algún deber u obligación, que los tenía, se me olvidó. Completamente.
Por favor no me llames. Hay una persona cabreada.
Me estaba desmaquillando y desnudando. Me aclaré la cara, y uno a uno los recados me atacaron por la espalda. Tantas cosas pendientes hallé en mi lista de tareas que casi me dio algo.
Por favor no me llames. Tengo mucho que estudiar.
Por favor no me llames. Estoy cansada.
Sentí turbulencias, más bien las vi. Me puse tensa. Me planteé descalzarme y partirles la cabeza. Sonaba una canción horrible: “yo lo tengo grande, tú lo tienes pequeño, hablo de tu piii…” ¿Perdona? 3,141556…? Por un momento las turbulencias empeoraron, el avión parecía estar a punto de estallar. Is everything al right? Un soso “yeah”.
Por favor no me llames. Estoy rayada.
Un curioso batido de diversos sentimientos (qué digo, sabores) me dejó mal parada en la enésima galaxia. Si tenía algún deber u obligación, que los tenía, se me olvidó. Completamente.
Por favor no me llames. Hay una persona cabreada.
Me estaba desmaquillando y desnudando. Me aclaré la cara, y uno a uno los recados me atacaron por la espalda. Tantas cosas pendientes hallé en mi lista de tareas que casi me dio algo.
Por favor no me llames. Tengo mucho que estudiar.
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