Desperation...
Echo un vistazo al reloj de la madurez, creo que ya va siendo hora de crecer. Me levanto del baño, tengo el trasero congelado. Se acabó el permanecer sentada condenándome. ¡Redención! No pido nada, solo quiero. Quiero. No sé qué demonios quiero. Afirmé querer estar enamorada, pero no sé. Estoy tan confusa...
—Hola, Confucio, ya sé qué se siente con semejante nombre.
Se me va la cabeza cada dos por tres. Necesito reencontrarme. He olvidado el rostro de mi esencia. Un terremoto de siete grados en la escala de Richter ha sacudido mi mundo y se ha descolgado mi retrato. Estamos en verano, creí que podría hacer más maravillas, pero estoy, ¿estoy?, por estar no estoy ni perdida. La capacidad de ser o estar está desaparecida...
Comentarios