Con "J" de gato noctámbulo.
"Nunca recibimos lo que esperamos cuando compartimos lo que nos enamora." Él era un genio hijo de puta, más enamorado de la sensación de enamorarse que de sus enamoradas. Vivía en un enjambre de palabras en castellano que los españoles ya no usan. Soñaba con alimentarse de amor en formato de ambrosía femenina. Con un miembro dentro, otro sujetando el papel y un tercero desplazando cualquiera fuese su herramienta para dibujar círculos y rayas (con algún punto sobre alguna i ) que creaban cadenas de letras esclavas de unos sentimientos que ni quienes los invocaban podían reconocer.