Mi segundo poema. "Horizontes que no debimos cruzar."
Me gusta cuando naces porque estás como débil. Brillas opaco, pero brillas. Brillas anaranjado. Y en mis pupilas te reflejas. No haces daño. Eres tú. Somos nosotros. Corazones palpitando. Me gustan los contrastes. Mis labios y tu boca. Apátrida sin destino. Juro que no estoy tan loca. Eres un sol. Bésame en la boca con tus labios. Hazme tuya. Quémame. Soy leña. Incinérame. No soy buena en la poesía. ¡Se me va la vida! Siempre preferí la prosa. ¡Vaya cosa! No me da vergüenza dedicarte versos. Me debes tantos, tantísimos besos... Me enamoré de ti. Me enamoré de un paisaje. Otra vez, ¡vaya cosa! ¿Cómo sentirme? Ser racional e irme. Sentimental y quedarme. Empacarlo todo, emprender un viaje. Me gusta cuando escribes porque estás como serio. Me gustaba cuando escribías porque estabas como enamorado.